Oh la la! Le marché.

Si hay algo que extrañaba de este país, son los mercados.

En Francia, cada pueblo, por más chiquito que sea tiene su mercado semanal. En realidad, a veces son más días, dependiendo del tamaño del pueblo/ciudad.

Por lo general se hacen en plazas o estacionamientos que se cierran al público solo por ese día hasta el horario en el que finaliza el marché.

Desde el primer día de vida en Francia me hice asidua a los mercados. Me gusta el ambiente, los productos que venden, la variedad y sobre todo, me gusta la rutina de saber que tal o cual día, agarro mi canasta y me voy de compras.

Esta mañana nos fuimos con Isi al mercado de Cuers, pueblo en donde van al colegio mis hijos y que queda a 10 kilómetros de donde vivimos.

Desde que nos mudamos que me moría de ganas de retomar esta costumbre tan francesa pero recién hoy pude hacerlo. Y que feliz fui! Caminar tranquila, respirar los aromas, elegir la fruta y la verdura, hablar con la gente... Por ejemplo, hoy me quedé charlando con el señor al que le compré las aceitunas (hay puestos que solo venden aceitunas, de la variedad que se les ocurra, con los condimentos que se les ocurra!) y me contó que viene de Marruecos, que había pasado su infancia vendiendo aceitunas con su padre. Me contó como hacer para juntar mis aceitunas (les conté que tengo 5 olivos que explotan de aceitunas!?) para que salga más aceite.

También me encanta que es EL motivo de salida de los viejitos, van todos con sus canastas a faire le marché y se quedan horas charlando entre ellos. Son super amables, todos te saludan, te hablan... Hoy se me acercó una señora muy mayor para avisarme que Isi había perdido una media (cosa de todos los días para mi) y que si quería me ayudaba a buscarla. Un amorcete!

La verdad es que amo la vida de pueblo. Me gustan las ciudades, pero soy feliz en los pueblos.

No había llevado la cámara, pero mi teléfono saca fotos bastante dignas, así que acá van.

Aviso que son muchas ehhh, pero bien valen la pena, para que se puedan dar una buena idea que lo lindo que es.

Esta es la carnicería justo al frente de donde se hace el mercado. 

 Conté 3 puestos de aceitunas exclusivamente. Este era el más lindo.

 Alguien quiere queso? 

 Cada uno elige su fruta. Agarras una de esas canastas, ponés lo que querés y ellos la pesan. 

 Había muchos puestos de flores.

 Monsieur le tapissier.

 Manteles, caminos de mesas, individuales y paraguas!

 A este señor le compré las aceitunas. Es con el que me quedé charlando

 El cocktail a la marocaine, una delicia!

 Había un puesto tipo mercería. ENORME! Voy a ser clienta de esta señora, hoy no le compré nada pero ya se donde encontrar lo que necesito.

 Dos señoras muy asesoradas, comprando con sus canastas en mano.

  La van del señor panadero. Mientras vende, amasa el pan.

 Los libros no pueden faltar!

 Y ropa. Mucha ropa. Me acuerdo que cuando estaba embarazada de Sofi, me compré bastantes cosas en el mercado de Toulón. La calidad no es nada mala, y los precios son un placer. Los sombreros salían 10 euros por ejemplo.

 Todo por 1 euro.

Acá si compré varias cositas. Entre otras cosas, la misma soga que usé para este DIY, la cual había pagado 3 euros, ahora me compré la misma en otro color por tan solo 1.

 Telas no pueden faltar!

 Había dos puestos que vendían solamente salames y salamines. El chanchito da un poco de impresión no? 

 Un puesto de carne...

 Y uno de pescados.

 Este vendía solamente aromáticas.

 Otro de flores.

 Y el otro de salames.

 Se acerca Halloween!!!

 Otro clásico. Sentarse a tomar un café (acá lo toman expreso y bien fuerte puajjj) mirando a la gente pasar.

 Coral y menta. Una combinación que me vuelve loca. Esto es el lateral de la oficina de turismo.

 Empieza la temporadaaaaa!!!!!

Después de hacer las compras (estuve más de una hora y media paseando y sacando fotos) me fui a un negocio del que me habían hablado en el que veden cosas usadas para bebés y niños. #mamitaquerida casi me muero. Tienen todo todo todo todo lo que se puedan imaginar. Todo en excelente estado y a mitad de precio de lo que saldría nuevo. No pude quedarme mucho porque Isi empezaba a tener hambre y no había llevado mamadera, pero esta tarde vuelvo seguro porque hay algunas cosas que necesito y antes de comprarlas nuevas, porque no ayudar al bolsillo y a la ecología? Les juro que no se me mueve un pelo por comprar cosas usadas (siempre y cuando estén en buen estado obviamente).

Voy a hacer un post más adelante sobre este lugar porque realmente vale la pena, nunca había visto algo así, y miren que vi negocios de cosas usadas! jaja

Mientras volvía le mandé un mensaje de voz a mi hermana contándole de este lugar. Siempre me pasa que cuando voy a lugares que se que a ella también le encantarían, me da un poco de tristeza no poder compartirlo con ella.

Espero que les haya gustado el paseo. Esto es algo extremadamente francés. Si bien en Inglaterra también hay mercados, acá es diferente. Es otro el ambiente, son otros los sabores y los olores. Tiene un no se qué que enamora.

Si algún día tienen la suerte de visitar este país, traten de vivir esta experiencia, la de pasear por el marché del pueblo, no se van a arrepentir!

Les mando un besazo.

Hasta el lunes!